lunes, 12 de marzo de 2012

Enjuagues según yo

No sabía cómo escribir el tema de los enjuagues: llevaba ya dos borradores totalmente descartados de lo sosos que resultaron. Así que, mientras tomaba el té de la tarde, se me ocurrió hacer una secuencia de imágenes. Es más sencillo, más rápido, y así no los enredo con palabreríos poco didácticos.

Paso # 1

Llenamos 3 tazas de agua a la ollita.

Paso # 2

Pesamos 70 gr. de las hierbas a utilizar.
Acá tengo que hacer una justificación: Yo nunca peso mis hierbas, siempre las calculo "al ojo". Decidí pesarlas sólo para que tuviesen una mejor idea de las proporciones.

Paso # 3

Añadimos las hierbas a nuestra agua ya hirviente.

Paso # 4

Apagamos el fuego, tapamos y dejamos reposar.
El tiempo mínimo de reposo es de tres minutos, pero yo prefiero dejar la infusión unos 15 para asegurarme de que esté bien cargada. Asimismo, según la planta que se utilice, puede que se necesite dejar hervir unos minutos y no apagar el fuego inmediatamente. Esto lo iré indicando en las publicaciones respectivas.

Ahora que nuestra infusión ya está lista, viene la siguiente cuestión: ¿cómo realizamos el enjuague? Como en todo, lectores, eso depende mucho de su imaginación. Yo, por mi parte, les alcanzaré a continuación dos métodos distintos que pueden escoger según su conveniencia.

  • El enjuague rápido. Este lo leí en el blog Cabellos y hierbas y, por lo guapo que está el cabello de la señorita Beatriz, asumo que es también efectivo. Consiste simplemente en vaciar el líquido sobre nuestro cabello como un último enjuague y, luego, proceder a secar sin volver a enjuagar con agua. 
  • El enjuague complejo (y demorón). Este es el que yo hago, y considero que es más efectivo sobre todo cuando queremos aclarar u oscurecer el cabello con las hierbas que usamos. Consiste en colocar un tazón bajo nuestra cabeza e ir enjuagándonos poco a poco. La infusión será recolectada en el tazón con la finalidad de volver a usarla. Yo lo hago una y otra vez hasta que al final el líquido se acabe (porque, obviamente, no toda la infusión es recolectada: parte de ella se irá por los costados, por nuestro cuello, caerá fuera del tazón...). Para este método pueden diluir la infusión con una parte igual o menor de agua, de manera que el líquido pueda durarles más. Les garantizo que los efectos no se perderán.

Como pueden ver, estos enjuagues pueden ser tan versátiles como nuestra disposición de tiempo lo requiera. Sólo basta con ser constantes y confiar en estos regalos de la Pacha Mama. Me despido, antes de lo cual os enfrento a la siguiente interrogante: ¿Tenéis experiencia alguna con enjuagues herbales? ¿Son ya parte de vuestra rutina diaria o semanal?


NOTA AL PIE: En serio no tenía idea de cómo escribir esta entrada, así que no me queda de otra más que decir: ¡Espero que no os hayáis aburrido!










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